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LAYERING

En Japón, desde hace siglos, el ideal de belleza se define por presentar un rostro perfecto: piel suave, firme y blanca. Esto tiene una importancia sociocultural. Las personas quieren tener una piel perfecta. Para ello, los japoneses han desarrollado un ritual tradicional de belleza que se transmite de generación en generación.

Cuidar la piel es un verdadero arte de vivir, con sus propios rituales.

Este estándar de belleza se ha extendido a otros países asiáticos, y se ha potenciado en Corea del Sur donde sus habitantes son devotos seguidores de este ritual de belleza. Y sus resultados han sido tan asombrosos que en la actualidad estas técnicas han sido adoptadas en todo el mundo. Este ritual se llama layering (le-ie-ring), o superposición de capas, y consiste en aplicar los productos que integran la rutina de belleza en capas, con un orden determinado y combinándolos de manera precisa: desmaquillar, limpiar, purificar y proteger la piel de las agresiones externas (sol, polución, etc.) para optimizar su luminosidad.

El protocolo consiste en superponer las capas de productos cosméticos mañana y noche. Pero con una cronología muy precisa que respetar. La rutina más famosa contiene 7 pasos, algunas llegan hasta los 9. En el caso de pieles sanas, algunos pasos pueden saltearse, aunque no es lo ideal ya que el objetivo también es la prevención. El secreto es no mezclar principios activos que son incompatibles entre sí. Afortunadamente, el juego vale la pena.

Cada capa cosmética potencia los efectos de la anterior y se comporta como una película protectora. Así protegida de la polución y de la deshidratación, la piel gana gradualmente en luminosidad y confort. La constante aparición de estudios sobre la eficacia de nuevos principios activos hace que este método esté en constante evolución.

Las 4 reglas de oro para hacer layering como un profesional:

• Seguir escrupulosamente todos los pasos en su orden establecido. Cada fase del protocolo aporta un beneficio específico a la piel y funciona en armonía con la anterior.

• Respetar el orden de aplicación de los productos. Para tener éxito en el layering del rostro, después de la limpieza, se avanza de las texturas más ligeras a las más pesadas.

• Repetir el ritual todos los días, mañana y tarde. El layering puede parecer tedioso a primera vista, pero es increíblemente adictivo. En 10 minutos, la tarea estará cumplida. Y los resultados son asombrosos.

• Asegurarse de elegir cuidadosamente los productos de belleza. Deben adaptarse al tipo de piel y a los problemas cutáneos para sacarle el máximo partido al layering.

Los 7 pasos clave del layering

1/ Desmaquillar con una emulsión rica en aceite

El paso de desmaquillado solo es válido para las capas de noche. Es recomendable llevarlo a cabo aunque no estés maquillada. De hecho, la piel acumula residuos de productos y partículas contaminantes a lo largo del día. El desmaquillado con un producto rico en aceite es ideal para aclarar la piel sin irritarla. Esto evitará el engrosamiento de su epidermis.

2/ Límpiar con un gel espumoso

Ya sea que se enjuague o no, un aceite limpiador a veces puede dejar una fina película aceitosa en la cara. El objetivo de esta etapa del layering japonés es disolver los últimos restos de grasa para obtener una piel perfectamente clara. Por lo tanto, elegimos un limpiador que se enjuague con agua.

3/ Aplicar tónico

Enjuagar con agua de la canilla puede dejar rastros de la dureza del agua en la cara. Esto puede producir molestias, especialmente en pieles sensibles. Por esto el layering recomienda continuar con un tónico. Aplicarlo sobre un disco de algodón y pasarlo suavemente por el rostro. Resultado: se elimina la mayor parte de los residuos, la piel está lista para recibir su cuidado.

4/ Cubrir con un sérum

El sérum aporta una primera capa de principios activos a la piel. Está ahí para estimular las células y tratar un problema específico de la piel. El serum está destinado a corregir condiciones de la piel (oleosidad, tirantez, signos de envejecimiento, etc.). Una pequeña cantidad es suficiente para cubrir toda la cara y el cuello.

5/ Cuidar el contorno de ojos

El contorno de los ojos es una zona especialmente fina que requiere una atención especial. Se debe utilizar un buen tratamiento de contorno de ojos. Arrugas, bolsas, ojeras… para atenuarlas, una sola consigna: delicadeza en la aplicación. Aplicar con toques suaves, sin arrugar los párpados.

6/ Humectar la piel

Los beneficios de la hidratación hacen que este sea un paso imprescindible. Incluso en pieles grasas, que deben ser humectadas con productos específicos para este tipo de piel (sin aceites oclusivos). En la rutina diurna la humectación debe ser seguida, sí o sí, por un protector solar con al menos fps 30. Incluso en invierno y en días nublados. La radiación solar es el factor principal en el envejecimiento de la piel.

7/ Terminar con un tratamiento de labios

Hay una tendencia a olvidar el cuidado de los labios. Sin embargo, los labios descuidados echan a perder rápidamente una cara bonita. Para que tu boca sea el punto culminante del espectáculo, siempre usa un bálsamo labial al final de tu layering. Protegerá los labios de las agresiones externas a la vez que les brindará suavidad y volumen.

Para lograr los resultados deseados, es fundamental utilizar productos de calidad y tener cuidado de no mezclar principios activos que sean incompatibles entre sí. Una rutina diaria de belleza permitirá que opere la magia del layering.

¡Cuando tu piel se acostumbre a este secreto de belleza, notarás rápidamente sus efectos!

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Cuidado de los labios

El cuidado de tus labios es vital para que luzcan siempre sanos y hermosos. Para ello debemos cuidarlos especialmente. Con nuestros labios sonreímos, besamos, hablamos… y no podremos hacerlo cómodamente si están resecos o agrietados.

La correcta limpieza, hidratación y protección diaria lograrán que nuestra sonrisa sea única.

Te contamos cómo lograrlo.

¿Cómo son los labios?

La piel de los labios es más fina que la del resto del rostro.
Es mucho más frágil y delicada, no tiene ni la misma capa de células protectoras, ni las glándulas sebáceas que la mantienen continuamente hidratada, por lo que requiere un cuidado específico, ya que es muy sensible a las agresiones del sol, frío y viento. Es importante utilizar productos especialmente desarrollados para labios, y llevar una rutina diaria de cuidado específico.

Características de los labios

Textura

Tiene que ser lisa y suave al tacto. Esta piel es suave y delicada, no tiene glándulas sebáceas que la protejan continuamente. Es importante brindar hidratación adicional para mantener esta suavidad.

Flexibilidad

La hidratación externa específica brindará la flexibilidad adecuada para evitar tirantez y resecamiento.

Sonreí con dots

Dots deja tus labios protegidos, lisos, hiratados y super suaves.

Ingredientes destacados

Vitamina E: aporta un cuidado intensivo antienvejecimiento que brinda PROTECCIÓN.

Manteca de Karité: aporta lípidos naturales que brindan una HIDRATACIÓN PROLONGADA.

Aceite de Jojoba: evita el resecamiento de los labios y ALISA la piel.

Aceite de Argán: aporta lípidos naturales que SUAVIZAN la piel.

Tip de Maquillaje

Antes de aplicar el lápiz labial, aplicá dots para hidratar la piel. Aplicá el labial, y finalmente fijalo con polvo traslúcido para que dure horas.

8 Consejos para cuidar tus labios

1. Evita lamerte los labios, la saliva agrava el resecamiento.

2. Bebe agua, es importante beber alrededor de 2 litros de agua por día, tanto para los labios como para todo el organismo.

3. Usa protector labial, tené tu dots siempre a mano y reaplicá tantas veces como sea necesario.

4. Utiliza lápices labiales hidratantes y de buena calidad, para que no agredan la piel de los labios.

5. Protege los labios de los rayos solares durante todo el año, la piel de los labios no contiene melanina y no puede protegerse por sí misma del daño producido por la radiación solar. Es importante el uso de dots solar (playa y nieve) con FPS 30 y filtros UVB y UVA de amplio espectro.

6. Puedes exfoliar tus labios entre una vez por semana o una vez cada 20 días, de acuerdo al estado en que se encuentren. Recordando que la piel de los labios es más delicada y realizando una exfoliación muy suave.

7. Lleva una dieta balanceada.

8. No arranques nunca el exceso de piel de los labios ya que esto los empeora.

Masaje y ejercicio

Es importante trabajar los músculos de los labios para que se vean voluminosos y sanos. El ejercicio realizado en forma diaria estimula la circulación sanguínea y mantiene una buena textura y coloración.

Para masajear nuestros labios podemos meterlos hacia dentro y apretarlos bien, mientras sacamos el aire de nuestros pulmones, para después sacarlos hacia el exterior todo lo que podamos mientras inspiramos profundamente. También podemos simular besos al aire, realizar la “boca de pez” o llevar los labios hacia adentro de la boca y apretar por unos segundos.

También podemos hacerlos vibrar, como si dijéramos la letra B, lo cual proporcionará una agradable sensación y activará la circulación.

Podemos masajearlos horizontalmente con las dos manos, como si nos estuviéramos limpiando los labios, arrastrando las manos hacia fuera hasta que notemos un suave cosquilleo. Si realizamos estos masajes durante al menos 3 minutos, en poco tiempo veremos cómo parecen más voluminosos. Agreguemos estos movimientos en la rutina de ejercicios diaria.

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Los 4 alimentos comunes que hay que evitar para no promover un rápido envejecimiento de tu piel

Los buenos hábitos de vida como dormir bien y una dieta equilibrada, se reflejan en la salud del cutis. Qué alimentos de consumo habitual se deben evitar

Si bien hay una pequeña cuota de factor genético, lo importante para mantener joven y saludable la piel son los buenos hábitos de vida. Sin hábitos saludables no habrá tratamiento estético que resulte efectivo.

Sabemos que los malos hábitos (la falta de sueño, una dieta incorrecta y una rutina de belleza poco adecuada) pueden acelerar el envejecimiento de la pielEs recomendable adoptar un enfoque completo y saludable de cuidados para mantener la piel joven y fresca.

Recomendaciones para mejorar la salud y apariencia de la piel

1. Actividad física, uno de los pilares para mejorar el estado de la piel

2. Dormir bien para mantenerse saludable

3. Alimentación saludable, fundamental para todas las funciones del cuerpo

Estas recomendaciones son importantes para mantener saludable nuestra piel y todo nuestro organismo en general.

Con respecto a una alimentación saludable, es importante consumir frutas y verduras para mantener nuestra piel más joven. Esto es así porque brindan protección antioxidante, minimizando el daño que producen los radicales libres en la piel.

Pero por otro lado, hay alimentos que se deben evitar para que nuestra piel no envejezca más rápido. Estos alimentos son tan perjudiciales para la piel como para el resto del organismo.

Los siguientes son los alimentos que no se deben consumir para evitar el rápido envejecimiento de la piel.

1 – Alimentos procesados

Los alimentos procesados o con un índice glucémico alto pueden empeorar el envejecimiento. Esto puede ser el resultado del daño de los radicales libres, el aumento de los niveles de azúcar y una mayor exposición a productos finales de glicación avanzada, que pueden contribuir al envejecimiento de la piel, así como a la opacidad y la aparición prematura de líneas finas y arrugas.

2 – Grasas «trans«

Las grasas trans, que se pueden encontrar en productos horneados, alimentos fritos y comidas rápidas, pueden aumentar la inflamación; y la inflamación puede contribuir a los signos del envejecimiento prematuro de la piel.

3 – Alcohol

El consumo excesivo de alcohol puede producir daño oxidativo y estrés en la piel. Esto contribuye al proceso general de envejecimiento y aumenta los signos y síntomas del envejecimiento. Además, el consumo de alcohol deshidrata la piel. Y la piel deshidratada luce seca y produce aparición prematura de líneas finas y arrugas.

4 – Azúcar El exceso de azúcar hace que el proceso de envejecimiento de la piel se acelere. A través de la glicación daña las fibras de colágeno y elastina en la piel, disminuyendo su elasticidad y provocando la aparición prematura de líneas finas y arrugas en el rostro y el cuerpo.

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Rutina de tratamiento dérmico – Tipos de piel

ARMA TU RUTINA DE TRATAMIENTO

El primer paso para armar una rutina eficiente es conocer nuestro tipo de piel. Esto es importante para aprovechar al máximo el funcionamiento de las formulaciones. Un producto aplicado a un tipo de piel distinto al tipo para el cual fue diseñado, no cumplirá su función. O, lo que es peor, puede provocar efectos adversos en el tratamiento. Básicamente una rutina de tratamiento para la piel se divide en dos: diurna y nocturna. La idea es que la rutina diurna esté orientada hacia la prevención, y la nocturna hacia la reparación y la regeneración. La rutina nocturna es recomendable no hacerla inmediatamente antes de irse a dormir, ya que de esta forma se corre el riesgo de no darle el tiempo suficiente para ser realizada. Por el contrario, si se hace por la tarde al finalizar las tareas diarias, se podrá contar con la cantidad de tiempo necesaria para cada paso.  Cabe destacar también la importancia de poder dedicarse tiempo, lo que contribuirá a la sensación de bienestar.

CANTIDAD DE PASOS DE LA RUTINA

La cantidad de pasos de una rutina puede ser variable. Puede ir desde un par de pasos a más de diez. No hay una regla escrita, lo importante es armar una rutina con la cual sentirse cómoda, y que ésta logre su objetivo.

En skinpurity preferimos mantener las cosas simples, de tal manera que cuidar la piel sea un momento placentero; y por lo tanto la piel esté siempre perfecta. Dentro de esta simplicidad proponemos dos o tres pasos cuyos productos estarán determinados por el tipo de piel (limpieza – tonificación – humectación – protección solar sólo en la rutina diaria). Y a esta rutina básica se le pueden agregar pasos (tratamiento) cuyos productos estarán determinados por el tipo de piel y por las preocupaciones a corregir. Normalmente estos productos son los serums, cremas para párpados, tratamientos para labios, etc.

Regla de oro en el cuidado de la piel: considerando que el fotoenvejecimiento producido por la radiación solar puede llegar a ser el responsable de hasta el 70-80% del envejecimiento cutáneo, toda rutina diaria debe terminar con la aplicación de un protector solar de al menos fps 30. Y esto es válido aunque no salgamos a la calle, esté nublado, etc. Es importante notar la diferencia entre el tipo de piel y las preocupaciones de la piel (estado de la piel) cuando se trata de cuidados y tratamientos. Las preocupaciones pueden incluir cosas como arrugas o signos de envejecimiento, acné, hiperpigmentación o sequedad temporal; y pueden abarcar diferentes tipos de piel. Por ejemplo, mucha gente piensa que la piel propensa al acné es la piel grasa; sin embargo, las personas con todo tipo de piel pueden luchar contra el acné. Las afecciones de la piel también pueden cambiar con el tiempo o pueden verse afectadas por el entorno, la edad o los cambios hormonales. Por ejemplo, la piel puede volverse más grasosa en verano, pero se siente más seca en invierno. O puede experimentar más acné o piel grasa en la adolescencia o en ciertos momentos del ciclo. En estos casos, las preocupaciones sobre la piel pueden haber cambiado, pero el tipo de piel generalmente sigue siendo el mismo. Tener esto en cuenta al momento de armar la rutina.

Qué determina el tipo de piel

Genética simple: el factor más importante son los genes, que deciden qué tan seca / grasosa o sensible será la piel. Y es posible que el tipo de piel o los problemas de piel sean hereditarios.

Clima: reubicarse en un nuevo entorno puede cambiar el tipo de piel

• Hormonas: las hormonas fluctúan en diferentes momentos de la vida, incluido el embarazo, lo que puede afectar el comportamiento de la piel.

Medicamentos: pueden hacer que la piel se vuelva más seca o más sensible como efecto secundario.

Dieta / Alergias: algunas comidas definitivamente pueden afectar la piel para bien o para mal.

Productos de tratamiento de la piel: como dijimos, usar la fórmula incorrecta puede alterar el equilibrio de la piel.

DETERMINACION DEL TIPO DE PIEL

Paso 1: Lavar la cara con un limpiador suave para eliminar todo el maquillaje, la grasa y la suciedad.

Paso 2: secar la cara con una toalla suave y dejar la piel al descubierto. No aplicar humectantes ni sueros. Dejar que la piel actúe de forma natural.

Paso 3: Esperar 1 hora. Durante este tiempo, no te tocar la cara. Después de una hora, observar de cerca la calidad de la piel.

Si bien no es una regla estricta y rápida, los tipos de piel comúnmente pueden pertenecer a diferentes grupos de edad. Los adolescentes y los que tienen poco más de 20 años suelen tener una piel más grasa, ya que es cuando las glándulas sebáceas están más activas. Los de mediados a finales de los 20 y principios de los 30 suelen tener piel mixta. Y, las personas mayores de 30 años tienden a inclinarse hacia la piel seca, ya que la piel pierde su capacidad para producir grasa y retener la humedad a medida que envejecemos.

Piel seca

Cómo identificarla: si se siente la piel tirante o con comezón durante todo el año, especialmente después de la limpieza, o si nunca se siente que puede obtener suficiente humedad, se tiene la piel seca. También puede haber algo de descamación. Es importante tener en cuenta que existe una diferencia entre la piel seca y la piel deshidratada. La piel seca es un tipo de piel causado por la falta de producción de grasa en la piel. La piel deshidratada es causada por la falta de agua y es una condición cutánea temporal debido al clima, factores ambientales o no beber suficiente agua.

Causas: piel que está genéticamente predispuesta a producir menos grasa (o sebo), desequilibrio hormonal, clima seco, calentadores durante el clima frío, duchas / baños calientes, medicamentos y la edad (los cambios metabólicos pueden hacer que nuestra piel se vuelva más seca y delgada a medida que envejecemos).

Qué evitar: productos a base de alcohol y sulfatos, que pueden eliminar los aceites naturales de la piel. Además, tratar de no usar agua muy caliente al ducharse o bañarse, ya que absorbe la humedad de la piel. Si se usa un calentador o se vive en un clima seco, considerar comprar un humidificador para el hogar o dormitorio.

Piel grasa

Cómo identificarla: la piel está brillante o hay mucho exceso de oleosidad en el rostro, cuello, hombros y espalda. Es posible que uno sienta que quiere lavarse la cara nuevamente al mediodía cuando la producción de sebo está en su punto máximo. Los poros parecen más grandes o se obstruyen con facilidad, lo que provoca puntos negros / blancos, granos o acné quístico. La buena noticia es que los estudios muestran que la humedad de la piel grasa puede ayudar a prevenir las arrugas.

Causas: las glándulas sebáceas de la piel producen un exceso de aceite (sebo) debido a la composición genética. Otras causas pueden incluir hormonas, climas húmedos o resecar la piel en exceso, lo que la obliga a producir más grasa.

Qué evitar: limpiadores, humectantes y maquillaje a base de aceite. Su piel solo puede absorber cierta cantidad de humedad, el resto queda como un residuo en la superficie de su piel. Además, busque productos que no sean a base de alcohol o que contengan sulfatos que pueden resecar la piel. Puede parecer contrario a la intuición, pero muchos productos formulados para tratar la piel grasa la despojan de sus aceites naturales que necesita para hidratarse y protegerse. Cuando la piel siente que está seca, en realidad produce más aceite como mecanismo de defensa, lo que puede empeorar las cosas.

Piel mixta

Cómo identificarla: la piel es grasa, tiene poros más grandes o estalla en la zona T (frente, nariz, mentón), pero está seca o normal en las mejillas y mandíbula. La piel mixta puede ser difícil de tratar, ya que debe abordar dos problemas diferentes. El objetivo: el equilibrio.

Causa: genes o sobreproducción de oleosidad en la zona T. Es posible que los productos también estén provocando algún desequilibrio cutáneo. Si se intenta tratar las áreas grasas, se podría terminar secando las áreas secas y viceversa.

Qué evitar: productos a base de alcohol. Tampoco utilizar ningún producto formulado para el control de la grasa o la ultrahidratación para tratar todo el rostro. Usar productos separados para enfocarse en la zona T grasa y las áreas secas, o buscar algo que pueda restaurar el equilibrio de la piel.

Piel normal

Cómo identificarla: la piel está bastante equilibrada, sin mucha grasa, o solo ocasionalmente tiene sequedad o brotes que desaparecen rápidamente. Realmente la piel no experimenta reacciones a los productos y el cutis parece equilibrado.

Causa: Genes

Qué evitar: aunque la piel normal es uno de los tipos más fáciles de cuidar, también es uno de los primeros tipos de piel que muestra signos de envejecimiento. No olvidar incluir algunos productos anti-envejecimiento e hidratantes en la rutina de cuidado de la piel. Empezar desde los 20 años para una buena prevención. Además, asegurarse de evitar cualquier producto que provoque un cambio en la piel y se vuelva más grasa o seca.

Piel sensible

Cómo identificarla: Si la piel se irrita o inflama fácilmente, o pica, se seca o se enrojece fácilmente. La piel puede reaccionar cuando usa un producto nuevo, enrojecerse fácilmente con el calor. Las personas con piel sensible también pueden quemarse fácilmente con el sol o experimentar afecciones como eczema o rosácea.

Causa: Desafortunadamente, hay una serie de cosas que pueden contribuir a la sensibilidad de la piel y puede ser difícil identificar una sola causa. Hay, por supuesto, fluctuaciones genéticas y hormonales. El clima (calor y frío), los climas secos y el agua dura pueden tener efecto en la piel. Y los productos que se utilizan (maquillaje, lociones, jabón, detergente para ropa, etc.) pueden incluir fragancias o productos químicos agresivos que pueden agravar la sensibilidad de la piel o las alergias. Qué evitar: Productos con mucha fragancia sintética, colores fuertes o químicos agresivos. Cualquier cosa que contenga ingredientes que puedan inflamar alergias o irritaciones potenciales. Es mejor limitarse a los ingredientes básicos. Una buena regla es hacer siempre un parche de prueba (patch test) de 24 horas en la piel del antebrazo antes de aplicar un nuevo producto en todo el rostro.

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Limpiar

LIMPIEZA

Una buena rutina de limpieza es vital para mantener la piel sana y prevenir enfermedades. Vale la pena adquirir buenos hábitos desde una edad temprana.

Una de las principales funciones de la piel es actuar como barrera al mundo exterior. La función de barrera de la piel puede verse fácilmente alterada o dañada por productos químicos nocivos como contaminantes en el medio ambiente, daño solar acumulativo o incluso productos que se aplican deliberadamente a la piel. El uso de un limpiador no sólo eliminará toda la suciedad con la que entramos en contacto mientras realizamos nuestras actividades diarias, desde el hogar hasta el trabajo, el gimnasio y el bar. También elimina los microorganismos con los que compartimos nuestro mundo y potencialmente mejora la función barrera de la piel. Esto le dará al brillo natural de tu piel la oportunidad de brillar realmente. Existe una amplia gama de productos de limpieza en el mercado. Los limpiadores faciales incluyen jabones en barra, limpiadores espumosos y no espumosos, leches limpiadoras, tonificantes, exfoliantes, aguas micelares y aceites. La elección es enorme y el mejor producto depende en gran medida del tipo de piel y preferencias personales.

Las cinco reglas de la limpieza

1. Limpiar el rostro tanto por la mañana como por la noche. La limpieza nocturna es especialmente importante para eliminar el maquillaje, el protector solar y las partículas de contaminación con las que hemos entrado en contacto durante el día. No hacer esto puede resultar en granitos, imperfecciones y potencialmente incluso un envejecimiento prematuro de la piel.

2. Las toallitas húmedas son siempre un NO a menos que se estén usando como último recurso en el gimnasio o durante un viaje. Esto se debe a que pueden causar irritación de la piel y, principalmente, esparcir suciedad, maquillaje y aceites por la superficie de la piel; no cumplen con una limpieza a fondo.

3. Si se usa agua, la temperatura siempre debe ser tibia. Evitar el uso de agua muy caliente o fría: el agua fría es menos eficaz para eliminar los aceites de la piel y el agua caliente puede dejar la piel seca e irritada.

4. Nunca, nunca aplicar un producto de limpieza facial directamente sobre la piel seca. Puede provocar sensibilidad. Lo primero siempre es humedecer la piel.

5. Utilizar siempre una toalla para secar la cara con palmaditas. No frotar vigorosamente la piel mientras se seca, ya que esto puede provocar una irritación innecesaria.

Doble limpieza (Double Cleansing)

El concepto de doble limpieza se ha vuelto más común en los últimos años. La doble limpieza en el sentido tradicional implica el uso de dos limpiadores diferentes. La primera limpieza es para eliminar el maquillaje y el protector solar, y la segunda es para limpiar más profundamente y asegurarse de que se haya eliminado cualquier residuo. Mucha gente recomendará un limpiador a base de aceite seguido de un limpiador espumoso.

De hecho, como ocurre con la mayoría de las cosas, es difícil ser tan prescriptivo. Para muchas personas (por ejemplo, aquellas con acné o piel propensa a imperfecciones), habría que recomendar que se mantengan alejados de un limpiador de aceite; un agua micelar puede ser más apropiada. Para aquellos con piel seca o sensible, la doble limpieza puede resultar en una «limpieza excesiva» e irritación. Elegir los productos adecuados para cada tipo de piel es absolutamente vital, pero también se necesita sentido común. La limpieza doble puede ser útil por la noche para eliminar el maquillaje pesado, pero de lo contrario puede ser innecesaria.

Mucha gente ya realiza una doble limpieza sin darse cuenta. Si se usa un desmaquillador seguido de un lavado espumoso, sigue siendo un ejemplo de una doble limpieza. En su forma más básica, simplemente significa que está limpiando la piel dos veces. Los beneficios de la doble limpieza son asegurar que la piel esté completamente libre de maquillaje, protector solar y otros productos para el cuidado de la piel. Además, prepara la piel para cualquier otro tratamiento tópico que se utilice posteriormente.